Sudor y ejercicio: la dura realidad

En primer lugar, ¿qué es el sudor?

El sudor es un líquido hipotónico, compuesto principalmente de agua y sal, secretado por millones de glándulas diminutas que permiten que el cuerpo se enfríe, pero no solo eso. El sudor es también una forma de comunicación no verbal entre mamíferos: por ejemplo, en caso de estrés tiene un olor más desagradable; desempeña un papel importante en la expulsión de toxinas y otras sustancias de desecho; por último, puede estar vinculado a determinadas enfermedades.

Un mito por disipar…

La cantidad de sudor que se produce depende de muchos factores: las características genéticas y personales, el clima y, sin duda, el nivel de actividad física. Por lo tanto, podemos disipar el mito: habrá personas que sudarán al menor esfuerzo y otras que terminarán la sesión de entrenamiento sin derramar una sola gota.

Lamentablemente, ¡esta es la dura realidad!

Lo importante es mantener un nivel de hidratación suficiente.
Antes de entrenar, bebe la cantidad necesaria para permitir que el cuerpo regule su temperatura adecuadamente. Si es posible, quítate el maquillaje y cualquier crema que hayas aplicado durante el día que pueda impedir la transpiración de los poros. Para mayor comodidad, puedes utilizar una práctica caja de pañuelos y, si es necesario, agua micelar o un jabón suave.

Foxy Tornado antes de la merecida ducha

Terminado el entrenamiento, repón los líquidos perdidos y, antes de disfrutar de una merecida ducha refrescante, usa unos cuantos papeles superabsorbentes para secar el exceso de sudor. Foxy Tornado Azul, por ejemplo, gracias a su triple capa, es al mismo tiempo delicado con la piel pero consistente y resistente: no hay riesgo de que se deshaga al entrar en contacto con el líquido. Además, al ser desechable, es una toallita higiénica que debe desecharse inmediatamente después de su uso.